Muchos se hacen preguntas como las siguientes: ¿Qué es la maldad? ¿Cómo se originó la maldad? ¿Cómo surge? ¿Si Dios es bueno y creó todas las cosas, por qué existe la maldad? ¿Existe en realidad la maldad?
Cada una de las interrogantes pueden ser respondidas correcta o incorrectamente de acuerdo a los conocimientos que les han sido otorgados a cada individuo. Nosotros como individuos humanos solo conocemos el pequeño haz del verdadero conocimiento; Dios es el creador, por consiguiente es quien da y es quien permite dicho conocimiento. Por medio de su Palabra, la Biblia, Dios nos habla y comunica la realidad del verdadero conocimiento el cual nos permite responder de manera correcta interrogantes como las anteriores.
Muchas personas brindan respuestas erróneas diciendo que la maldad no existe en lo absoluto, otros dicen que la maldad existe y que Dios no, y otro grupo afirma que tanto Dios como la maldad sí existen. Es más que claro para una persona que viva tomando en cuenta las pequeñeces de este mundo intentado no dejar perder información que brinda la vida, se dará cuenta que sí existe alguna influencia maligna en el ambiente que llamamos maldad.
La maldad es la carencia de la luz. Esta definición es única que tal vez no pueda hallarse en diccionarios convencionales. Diccionarios como la de la Real Academia Española define maldad como sigue: “ Cualidad de malo”, donde malo es “Que carece de la bondad que debe tener según su naturaleza o destino”. La maldad es la carencia de la luz, esa luz que proviene de lo contrario a la maldad que es el bien; en otras palabras, la maldad es la falta de Dios en los corazones. Pero, hay que tener cuidado porque la maldad es ausencia de algo que tiene una manifestación espiritual y no podemos obviarla por ser una ausencia, está presente y sí existe. La maldad se manifiesta en el mundo material y tiene una ausencia de carácter espiritual aunque podríamos decir que la maldad es como la oscuridad y que el bien es la luz, si pero esa oscuridad es espiritual y no material.
La luz material puede ser estudiada y el ser humano por eso afirma su existencia; sin embargo el ser humano no puede estudiar las propiedades de la luz espiritual, ahora bien, ¿Vamos a decir que esa luz no exista simplemente porque no puede ser estudiada por el ser humano?, la luz espiritual es en sí un conjunto de todas esas cualidades positivas y bellas que convertirían a un ser humano algo parecido a Dios, perfecto: La moral, la escucha, la paciencia, la esperanza, el valor, la sabiduría, la inteligencia, el respeto, el silencio, la paz, el amor…
La oscuridad material en un sentido puede también ser definida como ausencia de luz y algunos la definen como algo que no existe, pero aún ésta sí existe también, porque es un fenómeno inverso a la luz con propiedades que tal vez van más allá de la física y que el ser humano no ha podido descubrir. Así que el mundo material es una enseñanza constante sobre el mundo espiritual.
¿Cómo nos damos cuenta si existe maldad? Es fácil saberlo, simplemente observando las acciones de los seres humanos nos daríamos cuenta de la inmensa falta de conciencia y luz que abunda en los corazones. Cómo el ser humano maltrata la naturaleza, cómo el ser humano se maltrata él mismo, cómo el ser humano ignora a Dios.
¿Quiénes son los que comenten las maldades en este mundo? ¿Acaso son los buenos de corazón, acaso son aquellos que tienen su conciencia limpia, acaso son aquellos que le pintan cada día una sonrisa en el rostro a Dios? todos esos que hacen maldad son amantes del mal y no de Dios; no importa si visten de blanco, de azul, verde o negro, aman lo malo y aborrecen lo bueno llamando a lo bueno malo y a lo malo bueno. Entonces diríamos que hay mucha carencia de Dios en los corazones del hombre. Lamentablemente, la maldad se incrementa cada día cuando el ser humano decide apartarse de Dios y enseñar que la luz espiritual no existe, que Dios es falso y que es falta de conocimiento el intentar entender que Dios es contrario a la maldad, y se incrementa porque son muchos los que apoyan y siguen estas prácticas oscuras que impiden que la luz llegue a las habitaciones ennegrecidas de almas sin esperanzas, ignorando que Dios es la única vía hacia un mejor mañana.
La maldad se origina en cualquier corazón, siempre y cuando este se aparta de la luz, se aparta de Dios... La maldad surge principalmente cuando intentamos desobedecer a la Palabra y los Mandamientos del Creador, yendo en pos de nuestra propia concupiscencia despreciando cualquier corrección y aceptando únicamente la nuestra.
Dios es bueno e inalcanzable su misericordia, iniciador y Creador de todas las cosas incluyendo el poder, el bien y la sabiduría. La maldad se atribuye únicamente a nosotros, al apartarnos de la luz nos abruma la oscuridad. Dios es amor y no le gusta que nos sintamos amenazados, nos da la libertad de decidir qué deseamos ser y poseer. Dios te dice: “Buscad lo bueno, y no lo malo, para que viváis; porque así Jehová Dios de los ejércitos estará con vosotros, como decís. Aborreced el mal, y amad el bien, y estableced la justicia en juicio”. Amós 5: 14-15
Es tu decisión: El bien o el mal. Si escogiste el bien vivirás, pero si escogiste el mal lamentablemente morirás tanto espiritual como físicamente.
“¿No sabes esto, que así fue para siempre, desde el tiempo que fue el hombre puesto sobre la tierra, que la alegría de los malos es breve, y el gozo del impío por un momento? Aunque subiere su altivez hasta el cielo, y su cabeza tocare en las nubes, como su estiércol, perecerá para siempre”. Job 20: 1-7
La maldad existe porque el ser humano la escoge y dice a Dios no te necesito. Si Dios no existiera, no existiera luz y por ende la maldad reinaría. Pero la realidad es distinta, Dios es quien reina, pero dio libertad al hombre de que escogiera el camino que desea recorre. El hombre escuchó la voz del mal y despreció la voz de Dios en su corazón. Esta es la causa de la maldad y su origen se desarrolla al desplazar la luz de nuestras vidas.
Recomendaciones:
ü Si quieres aprender más sobre Dios, puedes acceder a la página JessB.
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