Dios quiere que se entienda el propósito de su Palabra; quiere que se entienda cómo la práctica de sus preceptos nos llevan al éxito verdadero; Dios quiere que seamos perfectos, como Él es perfecto; y una de las muchas razones es la enseñanza registrada en la Biblia, así como la breve y clara exposición de todos sus diez mandamientos en forma de síntesis generalizada que Dios mismo llama El Gran Mandamiento.
Este no es un Mandamiento más, es simplemente un resumen especial que expone el significado esencial de cada uno de los 10 Mandamientos. Por medio de este, Dios unifica cada mandamiento en una idea central, la cual específicamente describe la práctica de todos esos estatutos. Dicha práctica nos convertirá en seres de luz, con nuevas fuerzas cada día, llenos de sabiduría e inteligencia; esta práctica es la que nos conduce al éxito verdadero, la que nos ayuda a aborrecer el mal y el pecado, aquella es la que nos permite agradar a Dios y estar más cerca de la perfección.
Es importante tener presente que tanto el Primer Mandamiento como el Segundo Mandamiento sirven como explicación implícita de los 8 Mandamientos restantes, y que dan a entender el concepto global de lo intrínseco escondido en cada uno de ellos de que Dios quiere que seamos fieles a Él, y que debemos apartarnos del mal cumpliendo estrictamente con su Palabra para que tengamos vida saludable en abundancia.
Muchos en esta sociedad dicen : “ los mandamientos son todos lógicos y que deben cumplirse excepto los dos primeros”, pero esto sí que es verdaderamente aberrante, porque se está eliminando a Dios diciendo que de Él no provienen los mandamientos, y que además se debe practicar la idolatría y servir al pecado; se contribuye al libertinaje con la materialización de aquel pernicioso pensamiento irracional de que todos hagan lo que bien les parezca y con palabras defensivas exigiendo un tal “respeto” para evitar la corrección. Es una contradicción muy amplia, ya que los otros mandamientos designan cosas positivas y nos dicen que nos alejemos del pecado y que nos mantengamos más cerca del bien, es decir, de Dios. Porque Dios es el bien, si rechazamos a Dios, rechazamos el bien y aceptamos el mal. Este es el motivo por el cual en esta sociedad en la que vivimos el mal reina; los seres humanos evitan a Dios cada día, así mismo atraen el mal a sus vidas y luego se preguntan: ¿qué es lo que pasa que todo anda mal? .Muchos son los que dicen que Dios es malo porque permite todo este mal, ignorando el hecho de que esto lo escogieron ellos al decidir aislar el bien de sus vidas.
El Primer Mandamiento y el Segundo, resumen implícitamente a los otros mandamientos; pero es el Gran Mandamiento el que brinda una breve y sustancial síntesis respecto de los 10 Mandamientos de Dios presentes en la Biblia.
La Biblia es la Palabra de Dios, y la Palabra de Dios es este Gran Mandamiento, es decir, la Biblia en su conjunto sólo encierra y nos enseña a poner en práctica los Mandamientos de Dios.
EL GRAN MANDAMIENTO.
Jehová nuestro Dios, Jehová uno es.
Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.
Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón;
Y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.
Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos;
Y las escribirás en los postes de tu casa y en tus puertas.
Dt. 6. 3-9.
ü Si quieres aprender más sobre Dios, puedes acceder a la página JessB.
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