Hay que tener cuidado: La mayoría de los asistentes a la iglesia simplemente aceptan las explicaciones presentadas por expositores o pastores, sin tomarse el tiempo para examinar la doctrina y compararla con lo que enseña la Biblia.
Entender la Palabra de Dios implica conocer los detalles de la verdad con gran exactitud y para ello ser favorecidos con inteligencia. Dios nos da la idea para entender su palabra, Dios es quien brinda la posibilidad de comprensión de su escritura; todo lo que sabemos con gran certeza es gracias a que Él lo hace posible. La Biblia es entendible porque Dios nos ayuda a entenderla mientras la escudriñamos en lo más profundo con los ojos del alma-corazón.
En las congregaciones pertenecientes al cristianismo del mundo actual, muchos enseñan doctrinas que encaminan al hombre a su total confusión con respecto a la existencia de Dios y quién es. Entiéndase que la realidad de Dios está expuesta en su Palabra, y en ella lograremos entender con claridad que Dios es uno solo; además de que Dios describe unión o actitud familiar que muchos enseñan en doctrinas como “trinidad”, en este artículo se le referirá como la “tríada doctrina”.
La enseñanza que caracteriza esta tríada doctrina es que se define una “naturaleza de Dios”, es decir que se afirma que Dios es un ser único que existe en tres personas distintas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. En realidad esto expone la Biblia y por eso en este artículo se dice que Dios describe unión o actitud familiar.
Esto es sumamente especial, porque se demuestra por la misma Palabra Divina que Dios ha manifestado su capacidad de replicación en distintos seres, en otras palabras, engendrar. También es especial porque demuestra la unicidad de la existencia inefable de Dios como un ser único (Ser, porque existe; Único, porque nada se compara a Él). Ahora, trataremos algunos detalles adicionales con relación a Dios y a esta tríada doctrina.
En la Biblia encontramos algunos textos que demuestran que Dios es el Padre, y que el Hijo (Jesús el Cristo) y el Espíritu Santo son dos seres que provienen del mismo Padre (Por eso es el Padre); El Hijo y El Espíritu Santo son en sí de la misma naturaleza del Padre al que llamamos Dios (Juan 8:54). Si hablamos de Dios, también hablamos de su Espíritu y de su acompañante que es el Hijo (Mateo 3:17; Lucas 3:22).
La Tríada doctrina es una enseñanza que suele confundirse con otras en la que se considera al Padre, el Hijo y al Espíritu Santo como Dios mismo sin diferencias. Sin embargo, El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son tres personas distintas pero con una misma esencia característica, y es que tanto el Hijo como el Espíritu Santo provienen de Dios Padre. Pero la confusión está aquí, en que todos conforman a un mismo Dios siendo diferentes. Es como por ejemplo, el cuerpo humano, que se compone de diferentes miembros y todos conforman a un mismo cuerpo y cada uno tiene distintas peculiaridades. Juntos componen una misma esencia: el cuerpo. Así es Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Otro ejemplo en base a la materialidad perceptiva es el siguiente: El agua pura, cuando es colocada en vacío bajo la presión de gas de 230 milímetros y a una temperatura de 0 grados centígrados se solidificará en hielo en la parte baja del recipiente, el líquido se mantendrá en el centro y a lo alto esta se vaporiza. En un momento dado la misma agua es tanto sólida, líquida y gas más las tres son manifestaciones de la misma sustancia base H2O – dos partes de hidrógeno y una parte de oxígeno. A esto es lo que se le llama el punto triple del agua. Ahora, ¿No puede el Creador de esa sustancia y de todo lo que somos y vemos ser el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo (tres Personas con una misma esencia natural) sin violar las leyes de la lógica o la razón?
Algo a tener en cuenta es que el argumento de arriba depende de un nivel fijado de ciertos factores (gas, presión, temperatura, en un vacío). Dios, que es Espíritu (Juan 4:24), no está restringido o gobernado por hechos físicos científicos (de la química o de otra manera). Debido a que Dios es intangible tanto a lo normalmente natural como al conocimiento humano, Dios es una complejidad extrema de Poder y Gloria únicos.
El Padre es el Todopoderoso. El Hijo y el Espíritu cumplen con su voluntad, son intercesores entre el Padre y los hombres y podríamos decir que conforman la Familia de Dios.
El Hijo y el Espíritu de Dios no son “Dioses”, son únicamente seres que vienen de Dios Padre, esta es la esencia característica (Juan 8:42; Juan 16:25-28). Ellos no son Dios Padre porque la Omnipotencia, Omnipresencia y Omnisciencia vienen de Él (Éxodo 6:2-3; Jeremías 32:17; Mateo 19:26; Salmos 139:7-10; Jeremías 23:23-24; Salmos 62:11-12; Salmos 147:5; Hebreos 4:13; Hebreos 3:20).
Analicemos la siguiente escritura:
“Porque yo no he hablado por mi propia cuenta; el Padre que me envió, él me dio mandamiento de lo que he de decir, y de lo que he de hablar.
Y sé que su mandamiento es vida eterna. Así pues, lo que yo hablo, lo hablo como el Padre me lo ha dicho”. Juan 12:49-50
Vemos como en este texto del evangelio de Juan, Jesús que es el Hijo de Dios, muestra una actitud de total respeto hacia Dios Padre. Si leemos la Biblia con atención lograremos notar la inferioridad de Jesús y el Espíritu Santo con respecto al Dios Padre, ambos muestran respeto y provienen de Él. Jesús no llega a conclusiones sin antes consultar la Palabra de Dios Padre (Mateo 4: 9-10; Juan 5:19; Juan 6:38-40; Juan 8:19; Juan 8:26-30; Juan 8:39-40; Juan 8:54).
Toda la Escritura demuestra estas cosas, de que Jesús (el Hijo de Dios) y el Espíritu Santo (Espíritu de verdad y consolador) provienen de Dios ambos seres inefables y que son uno solo (Juan 10:27-29; Juan 14:15-17; Juan 16: 5-14; Juan 16: 15-30).
La Familia
¿Por qué se habla de familia? Porque Dios mismo lo ha manifestado a través de su Palabra: Ya se ha demostrado a través de la Biblia versículos que demuestran que el Hijo de Dios viene del Padre, que el Espíritu Santo es de Dios y que Dios es el Padre; y que todos son uno. Dios nos da a entender la importancia de la Familia porque Él es amor, relación y es una Familia.
Nosotros no merecemos a Dios, sin embargo Él muestra su amor para con nosotros que nos ha creado para ser parte de esa Familia.
A continuación, algunas citas bíblicas que contienen implícitamente la esencia de Dios como Familia y su propósito de hacernos parte de ella:
1) “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza…” Génesis 1:26 : Aquí Dios habla en plural, y significa que tanto el Hijo como el Espíritu Santo tuvieron participación en las decisiones sobre la creación del hombre, y el propósito para hacerle parte de la Familia de Dios. Dios nos crea a su imagen y semejanza, y esto también demuestra la razón de nuestra existencia de ser parte de la Familia Divina de Dios.
2) “Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros” (Génesis 3:22).
3) “Y dijo Jehová: He aquí el pueblo es uno, y todos éstos tienen un solo lenguaje; y han comenzado la obra, y nada les hará desistir ahora de lo que han pensado hacer. Ahora, pues, descendamos, y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero” (Génesis 11:6-7).
4) “Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí” (Isaías 6:8).
Dios nos hizo para que estemos junto a Él, como sus hijos. Lamentablemente, la desobediencia (Génesis 3) nos apartó de Dios. A pesar de todo, Dios es grande en misericordia y sacrificó a su propio Hijo para que instruya en la verdad de su Palabra a los hombres una vez más, para que se vuelvan a Dios y abandonen toda mala práctica desobediente (Mateo 9:12-13; Romanos 5:8; Juan 12:46; Juan 6:37-40). ¿Qué pasa con aquellos que no logren apartarse del mal y no acudan al arrepentimiento? Estos pertenecerán al mundo y no a Dios; simplemente creación destinada a ser destruida y no alcanzar la paz ni la felicidad en Dios (Lucas 13:22-30). Los que aman a Dios son los que practican el bien y hacen conforme a su voluntad, estos son los hijos de Dios.
Y esto está escrito de la siguiente manera:
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.
El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.
Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.
Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas.
Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios”. Juan 3:16
Alcanzar la vida eterna es pertenecer al Reino de los cielos y formar parte de la divina Familia Dios. Y esta es la manera en la que Dios nos ha dado una última oportunidad, que es su Hijo amado, porque la vía a Dios es Jesucristo (1 Juan 14:6).
"El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.
Le dijo Judas (no el Iscariote): Señor, ¿cómo es que te manifestarás a nosotros, y no al mundo?
Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él". Juan 14:21-24
La Palabra de Dios es una sola, no una ni tampoco dos: Sólo en Dios está la compañía, la paz, el amor, la felicidad y el éxito verdadero. Únicamente en Dios está nuestra salvación.
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