La madurez, etapa final en la formación del desarrollo cognitivo de la Palabra de Dios a nivel intelectual y práctico en una persona. Al adquirir madurez, forjamos camino hacia la perfección espiritual. ¿Al emplear los términos “perfección” y “espiritualidad” conjuntamente, a qué podríamos referirnos? Optar por un alto grado (tendiente a infinito) de comportamiento positivo hacia los ojos de la Perfección; y esto es santidad. El temor a Dios nos hace ser santos.
La manera para llegar a tocar los bordes superficiales de la santidad es unívoca, no puede existir otro modo que ser imitadores de Cristo, andar bajos los preceptos de nuestro Dios y en la formalidad de sus Mandamientos poniéndolos por obra. Edificando nuestro espíritu, nuestro completo ser en integridad a Dios y así cumplimos con el propósito para el cual existimos el de vivir siendo semejantes a Dios. ¿cómo se manifiesta la semejanza de Dios en nosotros? Siendo santos, como Él es santo; siendo casi perfectos. (1 Pedro 1: 14-16)
Dice Dios a través de su Palabra: “¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra”. Salmos 119:9
La santidad se logra mediante un primer paso, siendo maduros. No consiste en cuántos talentos poseas, sino en la medida superficial en la que razones y cumplamos los Mandamientos de Dios; y esas medidas son mostradas mediante el Poder de la Palabra de Dios, por lo que son también absolutas. La santidad involucra todo en nuestro diario vivir porque nuestras acciones deben demostrar la existencia de Dios. La acción más importante diría que es la de saber tomar decisiones. Debemos procurar pensar y analizar siempre: ¿Esas decisiones agradan a Dios?
Algunas citas textuales:
· “Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido.
Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño; pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal”. Hebreos 5: 12-14
· “Hermanos, no seáis niños en el modo de pensar, sino sed niños en la malicia, pero maduros en el modo de pensar.
En la ley está escrito: En otras lenguas y con otros labios hablaré a este pueblo; y ni aun así me oirán, dice el Señor”. 1 Corintios 14:20
· “Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios”. 2 Corintios 7:1.
· “Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor”. Hebreos 12:14
Al ser santos somos maduros, y practicamos lo que nos enseña Dios en su Santa Palabra.
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