“No matarás”.
Éxodo 20: 13.
En muchas otras traducciones de la Biblia se encontrará con que el sexto mandamiento es: “No cometerás homicidio”.
A partir de esto, el sexto mandamiento hace referencia al homicidio.
Homicidio: Muerte de una persona causada intencionalmente por otra.
Dios es quien da la vida. El hombre que fue el primero (Adán), recibió aliento de vida por su nariz. Desde el principio el plan de Dios para cada ser en este planeta se concentra en proporcionarle una oportunidad de vida verdadera.
Dios valora la vida enormemente y nos da la libertad de elegir la opción de vida: “A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia” Deuteronomio 30:19.
La muerte que es el andar en caminos de lujuria, mentiras, fornicaciones, borracheras, homicidios, pasiones desordenadas, homosexualidad, lesbianismo, envidia, odio, rencor, celos, placeres de la carne,……….
La vida que es ajustarse en gran medida a los preceptos y mandamientos de nuestro Dios (Los Diez Mandamientos).
El odio es homicidio
El apóstol Juan redactó lo siguiente: “Todo aquel que aborrece a su hermano es homicida; y sabéis que ningún homicida tiene vida eterna permanente en él” 1 Juan 3:15.
Mediante esta escritura se intenta enseñar que el odio adquiere una postura homicida. Por tanto, debemos asirnos cada vez más a Dios, alejando el pecado de nuestros corazones, en este caso distanciando el odio y atrayendo el amor que nos iluminará todos los caminos de nuestra vida. De ninguna manera, odiando a los que nos odian y amando a los que nos aman, NO. Sino amando a nuestros enemigos, amando tanto a los que nos odian como a los que nos aman, deseando bendiciones y orando por ellos. Tal y como lo dice en Mateo:
“Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos” Mateo 5:43-45.
Dios nos ama y nos brinda un universo inmenso de cosas buenas, y nosotros simplemente deshonramos su nombre andando en caminos de perdición y pecado. Así como Dios hace con nosotros, nosotros debemos hacer con los demás. Amar a nuestro prójimo.
¿Qué dice la Biblia con respecto a las guerras?
Aplicar el sexto mandamiento a la guerra, es un error. La Biblia en Éxodo 20:13 , aplica al asesinato: “No cometerás asesinato”. Que es sinónimo de homicidio. Es bueno entender de que Dios es el único que quita y da vida, como en las escrituras de, 1 Samuel 15: 3 y Josué 4:13, Dios ordena a los israelitas a la guerra contra otras naciones. Quitar la vida a una persona no es algo bueno porque no damos vida ni tampoco tenemos nada, vinimos a esta tierra sin nada (Ni siquiera con conocimiento alguno); por esta misma razón la guerra es algo malo. Pero se debe aclarar algo, la guerra nunca es algo bueno, pero algunas veces es algo necesario. En un mundo lleno de personas pecadoras, la guerra es inevitable. Como dice en la escritura:
“Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; no hay quien entienda, no hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; no hay quien haga lo bueno, no hay siquiera uno. Sepulcro abierto es su garganta; con su lengua engañan. Veneno de áspides hay debajo de sus labios. Su boca está llena de maldición y amargura. Sus pies se apresuran por derramar sangre; quebranto y desventura hay en sus caminos; y no conocieron camino de paz. No hay temor de Dios delante de sus ojos” Romanos 3, 10-18.
Como está registrado en esta porción de la Biblia, la guerra es terrible y es siempre el resultado del pecado. En el Antiguo testamento Dios ordenó a los israelitas a ir en guerra contra otras naciones, porque estas naciones se sobrepasaban con el pueblo y las leyes de Dios. Algunas escrituras son: Números 31:2, en Deuteronomio 20:16-17, Éxodo 17, 1 Samuel 15:18.
Así que evidentemente Dios no está en contra de todas las guerras. Jesús, el unigénito hijo de Dios, siempre está perfectamente de acuerdo con el Padre: “Yo y el Padre uno somos” Juan 10:30. Esto nos da entendimiento de que no podemos argüir que la guerra era la voluntad de Dios meramente en el Antiguo Testamento. Dios es el mismo, hoy mañana y siempre:
“Porque yo Jehová no cambio; por esto, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos” Malaquías 3:6.
“Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación” Santiago 1:17.
Los tiempos apocalípticos son también extremadamente violentos, como se registra en Apocalipsis 19, 11-21.
Es una equivocación pensar o decir que Dios nunca apoya una guerra.
En un mundo lleno de gente impía, algunas veces es necesaria una guerra para prevenir un daño aún mayor. Si Adolf Hitler en la II Guerra Mundial (1939-1945) no hubiese sido vencido, ¿cuántos millones más de judíos hubieran sido exterminados? Si la Guerra de la Secesión o guerra civil en Estados Unidos (1861-1865) no se hubiese peleado, ¿Por cuánto tiempo más los afro-americanos hubieran tenido que sufrir como esclavos? Lo mismo ocurre con las luchas independentistas de los países. Todos nosotros debemos concentrarnos en lo que verdaderamente dice la Biblia y no de nuestras emociones.
Eclesiastés 3:8 declara que hay, “tiempo de amar y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz.”. Algunas guerras son más “justas” que otras, pero todas las guerras son a última instancia el resultado del pecado. No debemos desear la guerra.
Lo mejor que podemos hacer en un tiempo de guerra es orar por la buena sabiduría de nuestros líderes, orar por la seguridad de nuestros ejércitos, orar por una rápida solución al conflicto y orar por un mínimo de muerte – de ambos lados del conflicto.
Anexo:
El sexto mandamiento es alusivo al homicidio. La guerra es un mal y es causa del pecado del hombre.
Una definición clara de guerra es Lucha armada entre dos o más naciones o entre bandos de una misma nación.
La guerra y el homicidio, ni siquiera son sinónimos. De esta manera, es fácil aclarar que la guerra y el homicidio no son lo mismo; y tampoco tienen significación idéntica en la biblia. Pero asesinato (crimen alevoso o premeditado) y homicidio, sí son sinónimos. Pues, podemos decir que la Biblia hace referencia al asesinato en Éxodo 20:13.
En párrafos anteriores se señala, que la guerra o contiendas son por causa del pecado del hombre. Aunque algunas veces es necesaria una guerra para prevenir un daño aún mayor, esto es malo y se debe evitar al máximo llegar a realizar esta atrocidad que implica muerte y destrucción. La guerra nos afecta a todos; nos llena de tristeza, dolor, angustia, lobreguece los corazones, causa la destrucción de toda biodiversidad natural. La guerra es desavenencia y rompimiento de paz. Todo aquel que desea la guerra, desea la intranquilidad y asolamiento. La paz y la concordia son palabras antónimas de la guerra. Debemos llevar amor a los demás y no destrucción. Sembrar en lugar de destruir, esto es lo que Dios desea. Estar lejos del pecado nos acerca a la paz y nos ahuyenta de la guerra.
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